29 Aniversario

 

LA VIÑA

 

 SERVICIOS GENERALES

 

 

A. A

 

 

 

 

Junio del 2025

 




   









LA VIÑA Enunciado De Propósito:

 “La Viña de AA es ‘nuestra reunión impresa’ para los miembros hispanohablantes de AA, y contiene historias, entrevistas y articulos en español, así como algunos escritos tomados del Grapevine de Alcohólicos Anónimos.” Redactada, revisada, ilustrada y leída por los miembros de A.A. y otras personas interesadas en el programa de AA de recuperación del alcoholismo, La Viña es una cuerda salvavidas que vincula a un alcohólico con otro. La Viña comunica la experiencia, fortaleza y esperanza de sus colaboradores y refleja un amplio espectro geográfico de la experiencia actual de Alcohólicos Anónimos con la recuperación, la unidad y el servicio. La Viña es consciente de que cada miembro de AA tiene una manera individual de practicar su programa y sus páginas son un foro para las opiniones variadas         y a menudo divergentes de los AA de todo el mundo. Los Artículos no pretenden ser comunicados oficiales de la política de AA y la publicación de cualquier artículo no implica que AA o La Viña estén de acuerdo con las opiniones expresadas.

La revista La Viña de Alcohólicos Anónimos (AA) ha adaptado sus contenidos a la era digital, ofreciendo acceso a sus materiales en formato digital, incluyendo audiolibros y libros electrónicos. La revista AA Grapevine también tiene una edición digital y audios de historias en su sitio web. 

Más detalles sobre la adaptación a la era digital:

Ediciones digitales:

La Viña y el Grapevine, la revista oficial de Alcohólicos Anónimos, están disponibles en formato digital, permitiendo a los miembros acceder a historias, artículos y materiales de AA desde cualquier dispositivo. 

·        Audiolibros y libros electrónicos:

La Viña y el Grapevine también ofrecen audiolibros y libros electrónicos, proporcionando diferentes formas de acceder a los contenidos de AA. 

·         

Es posible suscribirse a La Viña y el Grapevine en formato digital, recibiendo las revistas en formato digital a través de correo electrónico. 

·        Sitio web:

El sitio web de La Viña (y el de Grapevine) proporciona acceso a archivos de noticias, formularios de suscripción, recursos de envío y otros materiales complementarios. 

·        Cita Diaria de La Viña:

Es posible suscribirse para recibir la Cita Diaria de La Viña en tu correo electrónico cada mañana. 

·        Audiolibros y grabaciones de audio:

La Viña ofrece audios de historias y también permite a los miembros enviar grabaciones de sus propias historias de recuperación en forma de audio. 

·        Eventos en línea:

La Viña y el Grapevine organizan eventos virtuales, incluyendo talleres mensuales y virtuales. 

·        Redes Sociales:

La Viña tiene una cuenta de Instagram donde comparte información y materiales de la revista. 

La Viña, conocida como "nuestra reunión impresa" para los miembros hispanohablantes de AA, ofrece historias, entrevistas y artículos en español, así como traducciones de textos del Grapevine. Esta adaptación a la era digital permite a los miembros de habla hispana de AA acceder a la revista y a sus contenidos de forma más accesible y cómoda. 

En resumen, La Viña y el Grapevine han adoptado la era digital para ofrecer a los miembros de AA más oportunidades de acceder a sus contenidos, participar en eventos y conectarse con la comunidad AA en todo el mundo.

 

 





La Viña, la reunión impresa en español, cumple 29 este año, y su capacidad para vincular entre sí a los miembros de habla hispana en los Estados Unidos y Canadá, y a estos con la estructura de servicio de A.A., ha ido en aumento desde su primera edición en junio de 1996. “La Viña habla de comunidad”, dice Karina C., la editora asociada de la revista. “Para la edición de aniversario de junio-julio, hace poco nos pusimos en contacto con los miembros para ver si deseaban compartir con nosotros su sentir acerca de lo que la revista ha significado para ellos, y recibimos ¡más de cien respuestas! La comunidad ha visto cuán importante es esta oportunidad de compartir experiencias con los demás, y de vincularse con personas de medio mundo”. “La Viña se ha convertido en una herramienta decisiva para reunir a los miembros hispanohablantes y para que compartan sus historias”, dice Irene D., antigua editora de la revista y actual miembro del personal en la OSG. “Si te pones a pensar en los primeros días de A.A., cuando los alcohólicos apenas estaban formando grupos y encontrando a otras personas como ellos, ese es el servicio que La Viña facilita”. La idea de una publicación en español, siguiendo el modelo de la revista Grapevine, empezó a finales de los años ochenta, en respuesta al hecho de que la comunidad de habla hispana en los Estados Unidos y Canadá había crecido exponencialmente en décadas anteriores. Durante algún tiempo, los miembros hispanohablantes de A.A. en Norteamérica habían deseado leer historias originales en su propio idioma en la revista Grapevine, y remitirlas como tales, pues, aunque con los años habían aparecido boletines y revistas en países hispanohablantes —como Akron 1935, en España; Compartimiento, en Guatemala; y Plenitud A.A., en México, entre otras—, las mismas estaban dirigidas por lo general a sus propias estructuras nacionales de servicio. En 1991, la Conferencia de Servicios Generales emitió una recomendación para que el Grapevine comenzara a publicar mensualmente al menos un artículo en español. En 1995, la Conferencia aprobó un período de prueba de cinco años para una edición en español del Grapevine. Ames S., el actual editor ejecutivo de la OSG, era el editor en jefe del Grapevine en aquella época, y recuerda cómo empezó todo: “Elaboramos una edición piloto completamente en español y la llevamos ese año a la Convención Internacional en San Diego. En ese momento, la revista propuesta no tenía nombre, y contenía relatos del Grapevine El número inaugural incluía una combinación de historias traducidas del Grapevine, así como algunos relatos inéditos en español. traducidos al español. Junto con la edición piloto, distribuimos un formulario en el que preguntábamos “¿Estarías interesado en esto?”, y recibimos una cantidad considerable de nombres y direcciones de suscriptores potenciales, tanto de hablantes de inglés como de español”. Al llegar a este punto, dice Ames que “era el momento de ponerle nombre a la revista”. Con la intención de hacer eco del tema de Grapevine, se les ocurrió “La Viña”. Como primer editor de la revista, se contrató a Jaime M., un escritor, profesor y traductor colombiano. En junio de 1996 se imprimieron siete mil ejemplares del primer número. El Box 4-5-9 es publicado trimestralmente por la Oficina de Ser vicios Generales de Alcohólicos Anónimos, 475 Riverside Drive, New York, N.Y. 10115. ©2021 Alcoholics Anonymous World Services, Inc. Dirección de correo: P.O. Box 459, Grand Central Sta tion, New York, NY 10163 Sitio web de la OSG: www.aa.org . Cheques: Há gan los a nombre de A.A.W.S., Inc., y deben acompañar al pedido. Para recibir Box 4-5-9 en su buzón de correo electrónico, inscriba su dirección de e-mail en el Servicio de Entrega Digital de A.A. en el sitio web de la OSG. Nota sobre el anonimato: De vez en cuando en esta publicación se utilizan nombres completos y/o fotos de empleados de la OSG, custodios clase A y otros no alcohólicos. El anonimato de los miembros de A.A. se mantiene, ya que se identifican solamente con el primer nombre y la inicial del apellido. La Viña comenzó a publicarse bimestralmente, como ahora, y originalmente incluía una combinación de relatos traducidos de la revista Grapevine e inéditos en español. En 2001, la Conferencia de Servicios Generales recomendó que A.A. Grapevine, Inc. siguiera publicando La Viña, y que fuera respaldada por la Junta de Servicios Generales como un servicio para la Comunidad. Como resultado de esta acción recomendable —confirmada por la Conferencia en 2011—, La Viña tiene un estatus híbrido único: por una parte, se procura su automantenimiento, mediante la venta de suscripciones y artículos relacionados con su contenido, y, por otra, cualquier diferencia entre los ingresos y egresos es cubierta con el fondo general de la Junta de Servicios Generales. Hernán M., quien fue editor de la revista de 2001 a 2007, recuerda cómo se desarrolló la revista: “Los hispanos estaban —y siguen estando— muy apegados a La Viña. En comparación con la magnitud de su población, tenían un índice de suscripción muy alto. Cuando les pedíamos su apoyo, siempre respondían. Había desafíos, por supuesto —observa—. Los inmigrantes no permanecían en un solo lugar, así que era difícil que les llegaran sus suscripciones; y los sistemas de correo en el exterior no siempre funcionan tan bien como uno quisiera”. A la vez, Hernán comenzó a observar que La Viña era un catalizador para unir a la Comunidad hispanohablante de A.A. en los Estados Unidos y Canadá —a menudo separada de la Comunidad y estructura de servicio principal de A.A.—. “Cuando empecé a asistir a los eventos de A.A. organizados por la Comunidad hispana, reconocí el valor para Alcohólicos Anónimos de la comunicación personal a la hora de llevar el mensaje”. La petición que hizo la Conferencia de Servicios Generales de 2010 para procurar paridad espiritual entre el Grapevine y La Viña, y la ampliación de la extensión de la revista a 64 páginas —con interiores a una tinta y portadas a cuatro—, marcó un hito en la historia de la revista, que en la década siguiente hizo un enorme progreso. A principios de 2020 fue rediseñado su sitio web —junto con el del Grapevine—, convirtiéndose en un lugar vistoso, interesante y acogedor.